Rocío Biedma es poetisa y escritora. Nace en
Jaén en 1960.
Es miembro
de CEDRO, REMES, El Laberinto de Arihadna (Barcelona), Mujeres Poetas
Internacional (República Dominicana), Asociación Colegial de Escritores de
Cataluña, Poetas del Mundo (Chile e Italia), Humanismo Solidario (Sevilla),
Escritoras Viajeras (Internacional), Mujeres Artistas de Jaén y Grupo Literario
Oliversando. Comprometida con los Derechos Humanos, es invitada habitual en
actos literarios, presentaciones y como declamadora. Colabora en el programa de
radio “Desde Yayyan” de la Universidad de Jaén con poemas propios y foráneos. Su
poesía ha sido traducida al Inglés, Francés, Árabe, Italiano y Portugués.
Posee diversos premios como:
Primer Premio IV Certamen de Poesía “Espejos de Agua”- (Linares, Jaén); o
Primer Premio XX Certamen de Poesía “Don Pedro de Estopiñan” ( Casa de Melilla
en Valencia, año 2015). Y ha
prologado muchos otros libros como: Almutayab de Gabriel Gil; El
Árbol de la vida de José Manuel Pozo Indiano; A la sombra de abril de
Paco Mateos o El olivo y la rosa de Juan Risueño
Algunas obras:
El vértigo de la
Libélula. Editorial Opera Prima 2016.
Cerezas
en Invierno. Madrid, 2019.
Poemario
Italiano/Español,
2020.
- Hay mucha gente que escribe su propia poesía,
pero en la mayoría de casos no se comparte más allá de un grupo cercano de
amigos o de personas interesadas en el tema. ¿Qué fue lo que le llevó a tomar
la decisión de publicar su primer poemario y mostrar sus obras al mundo?
La verdad, no fue fácil, a pesar de tantos años participando dentro del
mundo literario y en multitud de antologías con otros poetas, me resistía a
publicar, no me consideraba ni con necesidad ni con criterio para hacerlo. Pero
muchas personas me lo pedían, me empujaban y me exigían publicar. Y entre
todos, el que más me animó fue el poeta Humanista Don José María Lopera y mi
admiración y confianza en él, me ayudaron a dar el paso, además de muchos otros
amigos poetas.
-
¿Considera que la palabra y la música van de
la mano?
Por supuesto. En realidad, la
poesía es, en su ritmo y alegoría, música. Así lo siento yo al menos. Crecí
respirando y aprendiendo de ambas. Y pienso que todas las artes están
entrelazadas y se complementan. Todas expresan lo que el artista quiera decir.
Creo que tenemos el privilegio de contar con sentidos tan maravillosos que nos hacen
disfrutar de todas ellas y unirlas es todo un lujo.
-
¿A qué se debe el título de El vértigo de la libélula, su primer
poemario?
Porque, como cito al final del libro, la libélula
es uno de los insectos más fascinantes de la naturaleza debido esencialmente a
su capacidad para buscar agua pura, reflejar múltiples colores bajo diferentes
ángulos de luz, realizar malabares en su pluscuamperfecto vuelo, adaptarse a
los cambios con una facilidad indescriptible y vivir al máximo cada momento de
su corta etapa adulta. O sea, una verdadera lección de vida en la que
metafóricamente me reflejo.
La libélula está
para recordarnos que todo es posible cuando realmente alcanzamos el
entendimiento de que somos parte del universo. Mis poemas, como el amor, como
mi vida, como la vida de la Libélula, se conciben, se fecundan, nacen, crecen,
aprenden, a veces sienten vértigo, aunque al final mueren, pero lo hacen, con
la plenitud y la complacencia de haber vivido hondamente, con el débito de
formar parte de ese universo, y con la esperanza de volver una y otra vez a
resurgir, superando el vértigo que muy a menudo podemos sentir.
-
Se dice que es un poemario con influencias de
los grandes poetas del siglo XX (Lorca, Octavio Paz, Neruda, Cernuda...),
¿podría decirnos con cuáles se siente más identificada o le han servido de
inspiración?
Pedro Salinas, Alejandra Pizarnik,
Neruda, Mónica Doña, Rafael Guillén, Owen, Chantal Maillar, Miguel Hernández,
Branca Viela…es que hay tantas personalidades que me encantan…
-
¿Tiene muchas obras guardadas en un cajón que
no se haya atrevido a publicar? ¿Considera que en algún momento podrán ser
parte de un nuevo poemario?
Si, tengo muchos poemas y textos
en prosa poética guardados que tal vez algún día vean la luz. No tengo prisa
para nada. Nunca la he tenido. La poesía hay que dejarla reposar y la urgencia
y el éxito no son buenos aliados suyos, ni míos tampoco.
-
Además de la propia complejidad que tiene el
hablar con un público, la poesía tiene la dificultad añadida de transmitir las
intenciones y las emociones de un poema mediante los gestos y el énfasis. Usted
es asidua a presentaciones y recitales, ¿se siente cómoda con la oralidad
frente al público?
En general sí, me siento llena
cuando estoy declamando y percibo en el aire que la gente que escucha está
emocionada, cuando oigo su respiración ante un silencio abrumador, el vibrar de
las miradas expectantes o llenas de ternura. Se crea una atmósfera preciosa y
todo se vuelve más espiritual y humano. Considero muy importante la forma de leer y
mucho más la de leer poesía. Y siempre procuro trasmitir, sentir y recitar con
el corazón.
-
Es una escritora implicada en poesía social,
igualdad, derechos humanos, ¿cree que estamos cerca de conseguir una mayor
consciencia en la sociedad sobre la discriminación como el grave problema que
es?
Existe una realidad ahí fuera a la
que no intentamos mirar a los ojos y demasiada superficialidad. Parece como si
lo que vemos o escuchamos se nos hace normal o no va con nosotros. Tantos niños
indefensos, tantas injusticias que permitimos, tantos fracasos en abordar lo
que realmente es necesario…Por eso, necesitamos vivir intensamente, informarnos
de lo que pasa, mirar al prójimo como igual y ponernos en su lugar para que
ningún dolor nos sea ajeno.
- - ¿Considera a la juventud importante para lograr
esta meta?
Muy importante. La educación desde
los primeros meses de vida de respeto al otro, debería ser una de las
prioridades. Pero vosotros los jóvenes de hoy, tenéis mucha información, mucha
fuerza, criterio, visualización y peso gracias a las redes sociales, periódicos
como este, mucha formación con capacidad de discernir y amedrentar lo que no os
parece justo. ¡Utilizadlo!. Nadie es más que nadie. Todos debemos recibir las
mismas oportunidades y el mismo trato. Y sobre todo, respetarnos.
- - En el arte, al igual que en otros muchos
ámbitos, el hombre siempre se le ha reconocido como artistas célebres con mayor
frecuencia que a la mujer. Siendo poeta y mujer, ¿cómo le hace sentir que por
cuestiones de género la valoración del trabajo sea injusta para las artistas?
Pues bastante triste, a pesar de
que hoy en día el respeto y la valoración son ya mucho más equiparables que
tiempos atrás. Seguir caminando en el sendero de la libertad y la igualdad es
muy necesario. Siempre he procurado participar en actos donde pudiera traer a
este siglo, escritoras y artistas desconocidas, tapadas por el nombre de su
marido o de su padre. Y ha sido además de un verdadero placer, un aprender
mucho de ellas y conseguir sentirme orgullosa de sus valentías. Es otra
asignatura pendiente de nuestra sociedad, pero hay mucha luz y debemos seguir
abriendo de para en par, todas las ventanas.
-
Ha recibido un montón de premios, ¿podría
escoger uno que le haya hecho mucha ilusión?
Todos me han emocionado mucho y
han sido un empujoncito para seguir escribiendo. Sería difícil decantarme por
uno. Tal vez, el primero, que jamás habría imaginado y que tuvo una bonita
historia. También han sido emocionantes quedar finalista en Uruguay y algunos
concedidos en Argentina. Que tu nombre salga de tu país, cruce el océano, vuele
tan lejos, es algo impensable.
También me ha parecido increíble que
vosotros, desde La Gomera, me hayáis contactado. Nunca hubiera pensado que en
las maravillosas Islas alguien dijese mi nombre o leyese mi poesía. Es una
emoción tan hermosa como cualquier premio. Me ha hecho mucha ilusión y además
de felicitaros por vuestro trabajo, os estoy tremendamente agradecida.
-
Una reflexión o un consejo para que el
alumnado lea…
Como reflexión que escribir ha
sido para mí una tabla de salvación, mi mejor amigo, mi más fiel amor, porque desde muy pequeña he callado muchas
cosas, mucho dolor que no era capaz de expresar hablando. Cuando plasmamos
nuestros sentimientos en el papel, creamos una simbiosis secreta, (aunque en
algunas ocasiones alguien llegue a leerlo, si tú quieres), y descubres que te
entiende, que te abraza, que te agradece haber dicho lo que tú querías decir. Leer
poesía es una de las aventuras más fascinantes, pues podemos percibir olores,
imaginar caricias, emocionarnos o descubrir lugares que la inmediatez de una
imagen no consigue.
Y como consejo, a pesar de que no
me considero con licencia para hacerlo, sí que puedo admitir que el mundo es
digno de ser descubierto y que al leer,
estamos descubriendo otros mundos, otros lugares donde nuestra imaginación es
capaz de volar, ver, sentir y gozar y que esa sensación la tenemos en los
libros y de una manera muy especial, en los libros de poesía. Un poema es como
una historia pero resumida, y puede enseñarnos que la intimidad entre el que
lee y el que escribe es tan cercana y hermosa que nos pertenece sólo a nosotros
y podemos llegar hasta donde queramos con ella.
-
¿Cómo está viviendo esta pandemia? ¿Le ha
perjudicado mucho?
Los que necesitamos el silencio y
la soledad para escribir e incluso vivir, creo que no lo hemos llevado tan mal
como el resto. Lo que sí echo muchísimo de menos es viajar con mis libros en la
maleta y el contacto con tanta gente que quiero.
Y creo que nos ha perjudicado a
todos, por lo que no sería capaz de quejarme, pues existe la magia de internet,
youtube y zoom para seguir mostrando nuestros poemas. Sin casi darme cuenta,
durante esta pandemia una editorial de Barcelona ha publicado mi último
poemario que se presenta virtualmente en unos días y además de una osadía, está
siendo una aventura formidable. Tenemos que mirar siempre el lado bueno de las
cosas.
-
¿Cree que el mundo será mejor socialmente
después de esta situación que está atravesando?
Para mí sería como un sueño
atravesar todo lo que nos está sucediendo y despertar de él en la certeza de
que todos hemos aprendido tanto como la situación nos ha evidenciado. En
situaciones extremas cada uno demuestra realmente quien es y como es. Hasta el
momento, hemos demostrado mucho y siento tristeza al comprobarlo.
Pero también valoro el esfuerzo de
tantos y la solidaridad de muchos y no pierdo la esperanza de que sepamos aunar
buenas voluntades, mirar por lo que tenemos y querernos sin materialismos. Necesitamos
mucho menos de lo que hasta ahora hemos creído. Deberíamos considerarlo.
-
Para terminar, ¿podría recomendarnos un poema
suyo al que le tenga especial cariño?
Son muchos
mis poemas a los que tengo un especial cariño. Es difícil tener que elegir uno.
Pero os dejo el que cierra mi poemario
“El vértigo de la libélula” que quizás ha movido las alas de muchos lectores:
Metamorfosis
Dame un
instante
para que
me cosa las alas
y verás
después
lo que es
volar
eterna y
libre.
Rocío Biedma
Haridian López Cabrera, alumna de 1º
Bachillerato