Como producto final del Plan de Lectura del primer trimestre, los alumnos han creado diferentes cuentos. Aquí tenemos algunas muestras.
Había una vez una
chica a la que se le murió la madre en
un accidente de tráfico. Entonces ella odiaba la vida, se le desaparecieron las
amigas, y pensaba que nadie la quería. Cierto día mirando las estrellas se
preguntó el porqué estaba viviendo todo eso, si ella había hecho algo para
pasarlo tan mal. Después de darle
vueltas a la cabeza, se dio cuenta que
si la mala suerte estaba con ella, debía
ir en busca de lo bueno.
Decidió apuntarse a un club de baloncesto debido a que ella
le gustaba ese deporte, y así poder despejar la mente de aquellos malos
pensamientos.
Al cabo de un tiempo, la chica había hecho varios amigos, y
ya no se atormentaba tanto con sus pensamientos; salía de fiesta, conoció el
amor, empezó a sacar buenas notas y el baloncesto le gustaba más y más.
Al final, comprobó que la vida le da momentos, y estos pueden
ser buenos y malos, solo hay que saber aprovecharlos y aprender de cada uno de
ellos.
LOS GRANDES MOMENTOS DE LA VIDA, SON ESOS DÍAS EN LOS QUE CAMBIAS
PREOCUPACIONES POR SUEÑOS.
Nerea Martín y Acoremi Suárez 4º ESO B
Érase una vez una doncella que vivía a las afueras de Mizclon, hija de un
artesano y una ama de casa. Esta tenía dieciséis años y le encantaba cantar y
bailar, pero tenía un problema, era una familia de pocos recursos por lo que no
se podía costear clases. Por ello, decidió apartar su sueño de ser cantante y
volvió a la realidad. Después de años estudiando, llegó a ser una caballero
(sí, ella era una caballero).
Años después, cuando tenía 23 años, el rey hizo un concurso de canto. La
chica con mejor voz del pueblo se casaría con su hijo el príncipe. Ella se
planteó presentarse pero creía que no llegaba al nivel de las otras chicas. Un
día, mientras ella esperaba a que el príncipe saliera (al cual, debido a su
trabajo de caballero, tenía que acompañar) se puso a cantar en bajito, pero lo
que no se dio cuenta es de que este estaba cerca. El príncipe se quedó loco y
se enamoró, pero su padre no dejó que se casara con ella debido a que no había
participado en el concurso.
Andrea Vera Reyes, 4º ESO A
Un niño de siete años vivía en La Restinga, el pueblo de su abuelo, al cual
tenía en mucho aprecio ya que él fue quien crio al niño. Cuando tenía solo
meses, los padres lo abandonaron en la puerta de la casa de su abuelo.
El niño llamado Pool creció entre playa y monte con gente de su edad pero
sobre todo con gente mayor. Su abuelo le enseñó lo que era el respeto y la
educación, pero no podía permitirse pagarle una educación escolar ya que era un
pobre pescador en edad ya casi de jubilarse, pero no podía ya que si lo hacía
no podría darle un futuro a su nieto.
Pasaron los años y el pobre abuelo cayó enfermo, Pool ya con sus 18 años le
prometió que no le iba a abandonar y que iba a hacer todo lo posible para
cuidar la casa en la que el hombre vivió tantas cosas y que se encargaría de su
barco y negocio de pesca.
Paula Suárez González, 4º ESO A
La
sirena de hermosa y ondulada melena emergió a la superficie impulsada por la
curiosidad de conocer un nuevo mundo, lo que no esperaba era conocer al
atractivo joven de tez tostada, pelo castaño y oscura mirada. Parecía amable,
se acercó a mirarla. Ella, cautivada, se obnubiló mirando sus largas piernas
que caminaban en su dirección. Sintió adrenalina al instante, unas ansias locas
de caminar. Aquel muchacho cada vez se aproximaba más. “Eres hermosa”, le dijo.
Ella ruborizada le respondió con una sonrisa pícara: “Ojalá no tuvieras cola,
las piernas son mejores”.
La
sirena borró su sonrisa y se sumergió en las profundidades marinas mientras
concluía:
“Un
muchacho muy guapo que pretende cambiar como soy; una gran decepción”.
Claudia Alonso Ramos 4º ESOA
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