OPINIÓN

 IMPOSTORES

La enseñanza on line se está cada vez abriendo más paso en nuestra sociedad. Desde el punto en el que teníamos nuestros dispositivos que tan solo usábamos en alguna que otra ocasión, hasta que, a día de hoy, los necesitamos tanto para trabajar como para estudiar. A partir del confinamiento, que todos hemos sufrido, hemos empezado a aprender a convivir más con las tecnologías, tanto la gente que tuvo que empezar a realizar teletrabajo, como docentes y adolescentes que tuvieron que adaptarse a la situación para poder continuar con la enseñanza. Yo voy a hablar desde mi experiencia personal, en la que la enseñanza a distancia me parece una manera de dar buenas calificaciones y sin exigir demasiado a las personas que no estudian, que no están al día. Es una manera de frenar la propagación del virus, eso sí, pero es obvio que la enseñanza on line da muchas facilidades a los estudiantes, les ayuda a sacar buenas calificaciones y sin apenas esfuerzo. Es bastante injusto por parte de las personas que se mantienen al día, que se preocupan por estudiar y aprender. Desde mi punto de vista, las clases presenciales son la mejor opción, ya que uno mismo se obliga a atender, a mantener las asignaturas al día, a estudiar más seguido, y por supuesto, los docentes pueden apreciar el esfuerzo de cada alumno a la hora de poner las notas.

Conozco el caso de varios estudiantes, que no se esforzaban nada, que no realizaban casi ninguna de las tareas y que las aprobaron y con bastante buena nota, tan solo por el motivo de que había enseñanza a distancia. Es más, muchos compañeros míos prefieren volver al confinamiento, con tal de realizar las clases virtuales y sacar de mejor y más fácil forma este curso. Como extrajeron unos adolescentes analizando investigaciones acerca de este tema "En estos tiempos, a algunos les importa más salvar el curso que entender qué nos pasa". Y es verdad, muchos estudiantes prefieren el confinamiento con tal de salvar su curso, y les importa bastante poco la situación que estamos viviendo.

Por tanto, lo mejor sería cuidarnos, ver cómo va evolucionando esto (poniendo de nuestra parte, por supuesto). Y en el caso, en el que tuviésemos que volver a la enseñanza a distancia, mediante el confinamiento, pues que se hicieran controles más estrictos, que se vigilara la actitud de ciertos alumnos, y que se tuviesen en cuenta los diferentes factores antes de poner una calificación a un alumno. Pero mientras tanto, contribuyamos a que todo mejore, que no tengamos que sufrir otro confinamiento, que paren de haber contagios, que dejen de cesar las muertes. Acabemos con esto.

                                                                       Andrea Macías, 1º Bach A