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¿Cómo recuerdas tu época de estudiante?
La
recuerdo como una época que me aportó mucho a nivel académico y personal. Teníamos
que estudiar mucho, pero también teníamos tiempo para otras actividades como, practicar
deporte, salir con los amigos, hacer excursiones, acampadas, etc. Tuve muy
buenos profesores que determinaron mi elección, primero por la carrera,
Biología, y luego por la especialidad, la de Molecular y Celular. También disfrutaba
mucho de las prácticas de laboratorio que realizábamos y otros pequeños
trabajos de investigación. En la etapa universitaria vivíamos prácticamente en
la facultad de Biología, por las mañanas recibíamos las clases teóricas y por
las tardes realizábamos las actividades de prácticas de laboratorio, en muchas
ocasiones las sesiones podían ser de entre tres y cinco horas para su
ejecución. Conocí, a los que hoy son mis amigos, que venían de distintos puntos
de las islas y de la Península, que nos aportaron mucho a los que éramos de
Tenerife. Hoy en día conservo a muchos amigos de la carrera.
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¿Y de tu etapa de deportista y fiestera?
En
la facultad estaba en el equipo de voleibol y de baloncesto. Recuerdo de manera
especial los torneos de San Alberto Magno, patrono de las facultades de
Ciencias, competíamos los equipos de Farmacia, Química, Matemáticas y Biología,
lo pasábamos genial y fui también, durante unos años, la delegada del equipo de
futbol sala de chicos de nuestra facultad. En cuanto a las fiestas, no voy a
ocultar, y más sabiendo que me conocen, que me gusta salir con mis amigos y
familia de fiesta o de encuentros. Siempre les he dicho a mis alumnos que la
vida la tenemos que sustentar en varios apoyos, el trabajo, en el caso de ustedes
sus estudios, nuestra vida social (compañeros, amigos, familia,) y nuestras
aficiones (deporte, lectura, excursiones, etc.)
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¿Por qué estudiaste Biología?
En mi época en el instituto siempre me gustó la Biología, en general todas las materias de ciencias, aunque también me gustaba la literatura, filosofía y latín. Cuando terminé COU, equivalente al 2º de Bachillerato actual, estaba indecisa si cursar Biología o Medicina, finalmente me decidí por la Biología y considero que fue la mejor elección que pude hacer.
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¿Siempre quisiste ser profesora?
Cuando
terminé la carrera de Biología, entré a trabajar, como investigadora, en el
Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la ULL, me atraía mucho
ese mundo. En aquel momento no existían muchas
ayudas para desarrollar trabajos de investigación y opté por presentarme a las
oposiciones de Secundaria de Biología, creo que es una de las mejores
decisiones que he tomado en mi vida.
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¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?
Cuando
finalicé la carrera entré a trabajar como investigadora en el Departamento de
Fisiología de la Facultad de Medicina de la ULL, ahí desarrollé mi tesina y
tenía casi terminada mi tesis, en ese momento saqué las oposiciones de
profesora en secundaria y me destinaron a Gran Canaria donde estuve siete años,
de ahí que me fue imposible terminar la tesis. Me ofrecieron durante mi primer
año en Gran Canaria, una plaza de profesora asociada para impartir Biología en
la Facultad de Psicología de la ULL, pero había descubierto que mi sitio estaba
en la enseñanza secundaria, es una decisión de la que nunca me he arrepentido.
-¿Qué
destacarías de las diferentes áreas en las que ha trabajado?
El mundo de la investigación fue muy apasionante, trabajábamos dentro de una línea relacionada con el Parkinson, era un equipo interdisciplinar, médicos, físicos, biólogos, etc. Ese trabajo en equipo, con diferentes visones de una misma realidad fue muy interesante. No he de ocultar que es un mundo muy sacrificado, sin horarios, sin compensación económica y sin perspectiva de si en un futuro podrías optar a una plaza dentro del departamento, de ahí que me incliné por la enseñanza. Ahora desde la perspectiva actual confieso que es lo mejor que me ha podido ocurrir. He disfrutado mucho de mi trabajo.
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¿En cuántos centros has dado clase?
Estuve
en Gran Canaria en el IES La Rocha, en Telde, en el IES Ingenio y en el IES
Agaete y en Tenerife, en el IES Domingo Pérez Minik, en el IES La Guancha y en
el IES San Benito.
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¿Cuántos años has ejercido en el IES San Benito?
Siete
años
-¿Qué es lo que más extrañarás de tu paso por la
enseñanza?
La energía y el cariño que me da mi alumnado, la relación
con mis compañeros de trabajo, en el día a día, y esa constante motivación para
seguir buscando lo mejor para que nuestro alumnado reciba una enseñanza de
calidad.
- Lo peor y lo mejor de ser profesora.
Lo peor es la excesiva carga burocrática que tenemos el
profesorado, el no poder llegar a algún alumno que tiene potencial, pero sus
circunstancias no le permiten avanzar, el no tener suficientes recursos para
atender la enorme diversidad que hay en el aula y la problemática de tipo socioemocional
que se presenta diariamente en los centros educativos.
Lo mejor, como dije anteriormente, el cariño y energía que me da
mi alumnado, que hace que salga lo mejor de mí, a nivel profesional y personal.
La creatividad, ingenio e ilusión de mi alumnado, el disfrute que muestran con
la materia. El gran apoyo de mis compañeros de trabajo y excelentes
profesionales, de los que nos debemos sentir muy orgullosos y que son para
mí un continuo aprendizaje. Los trabajos
interdisciplinares que desarrollamos en nuestro centro a través de diferentes proyectos, redes
e individualmente en cada una de las materias, todos ellos cargados de creatividad.
Desarrollé, con mucha ilusión durante seis años, la coordinación de la Red de Salud de nuestro Centro, lo que me ha supuesto una enorme satisfacción, que alcanzó su grado máximo cuando se nos otorgó el Sello Nacional de Vida Saludable.
- Tendrás muchas anécdotas en tu experiencia docente, ¿podrías
contarnos alguna?
He tenido muchos momentos divertidos con mi alumnado, tengo la suerte
de reírme mucho con ellos. Podría contar varias anécdotas, pero por señalar
alguna, en una ocasión, un alumno de mi tutoría de primero de bachillerato se
disfrazó de mí, en la época de Carnavales.
Consiguió una ropa similar a la que solía llevar, una peluca y durante la clase
tocó a la puerta y me invitó a sentarme en su sitio
y durante diez minutos se dedicó a dar una clase de Biología consiguiendo hacer
una imitación perfecta de todas mis muletillas, gestos, expresiones, etc.
Pasamos un momento muy divertido, en ese momento fui consciente de mi manera de
dar clase.
-¿Qué huellas crees que ha dejado tu alumnado a lo largo de tu
carrera?
Muchísima, son mi motor profesional. De cada uno y cada una me
llevo su cariño, su ilusión, sus ganas, su curiosidad, su creatividad, su
humor, su juventud, su energía, el reto de poder llegar a aquel alumnado que
más le cuesta, o aquel alumnado que tiene otras habilidades o inteligencias,
etc. Me considero muy afortunada de haberles podido dar clase a cada uno de
ellos.
- Nos ha encantado las prácticas realizadas, ¿consideras que son
lo más importante?
Considero que cualquier materia, necesita su parte práctica, como
una manera de aplicar todo la aprendido a nivel teórico, es un complemento
fundamental en el aprendizaje del alumnado. Todo lo que experimentemos en el
laboratorio creo que jamás se les va a olvidar y ayuda a asimilar todo lo que
hemos trabajado en el aula. Me llevo también la cara de disfrute de cada uno de
ustedes en el laboratorio y la
curiosidad que les generaba.
- Siempre te vemos con mucha energía y nos transmites buenas “vibras”,
¿de dónde sacas el ánimo?
De ustedes, de mi familia, de mis amigos, de mis compañeros, de
intentar ver todo lo positivo que nos sucede diariamente a nuestro alrededor.
Aunque tengamos momentos, no tan satisfactorios, desde que pongo el pie en el
aula y los miro, ya me dan la energía necesaria para intentar desarrollar mi
labor como profesora de la mejor manera posible. Ustedes también me dan muy buena “vibra”, de ahí
siempre sale algo positivo.
- ¿Qué has querido enseñar al alumnado además de conocimientos?
Creo que he intentado que saquen lo mejor de ellos como personas,
que sean respetuosos con todos los que le rodean, tolerantes, que disfruten con
su aprendizaje, que sean críticos, que salgan reforzados de los conflictos,
tanto de los colectivos como de los
personales, que sepan disfrutar de la vida, pero sin abandonar sus
responsabilidades, etc. El aula te ofrece un espacio, no sólo para impartir una
materia, también es un espacio de diálogo, de compartir experiencias,
sentimientos, etc., y de todo ello sacamos un aprendizaje, tanto ellos como yo.
He aprendido mucho de mi alumnado, gracias a ellos he intentado ir mejorando a
nivel profesional y personal.
- Te pudiste jubilar a mitad de curso, y sin embargo, continuaste
con nosotros hasta el final..
Ustedes me lo han puesto muy fácil. Alumnado con el grado de
compromiso e implicación que tienen ustedes, y el de los otros grupos que me ha
tocado darles clase, divertidos y tremendamente cariñosos, me ha permitido que
esa decisión viniera por sí sola. No me he arrepentido para nada de haberla
tomado, a eso se suma, la relación que tengo con mis amigos y compañeros del
centro, todo un lujo, hacen que el día al día sea muy llevadero en el trabajo.
- Echaremos de menos las ambrosías Tirma.
Me alegro haber contribuido a endulzar algunos de sus días.
- ¿Echará de menos su profesión?
No lo sé, eso lo dirá el tiempo. Creo que todo tiene su momento y
su etapa, hay que saber dejar las cosas a tiempo. No es fácil. Tengo muchos
sentimientos encontrados que tengo que aprender a reubicar.
Es una oportunidad para que, se incorpore
profesorado joven, con ilusión y energía, que
les guste la profesión, requisito fundamental para dedicarse a ser profesor o
profesora de secundaria.
¿Qué tienes pensado hacer a partir de ahora?
Poder dedicar más tiempo a la familia y amigos, a leer, a estudiar
inglés, lo tengo muy olvidado, hacer más deporte, senderismo, a viajar y a todo
lo que vaya surgiendo. Empieza para mí una nueva etapa y aventura que la recibo
también con mucha ilusión.
AGRADECEMOS TU
LABOR, VOCACIÓN, DEDICACIÓN Y CARIÑO.
¡ENHORABUENA!
Alumnado de 1º
Bachillerato A
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