El día miércoles
24 de mayo de 2023, el alumnado de 1º de bachillerato tuvo el placer de
Boubacar, quien yallevaba 3 años residiendo en Tenerife, por lo que se encontraba más cómodo explicando lo sucedido; relató que el motivo por el que había decidido inmigrar fue porque pretendía continuar los estudios que en Gambia, desgraciadamente, había abandonado; por ello mismo, para poder costearse el viaje en patera, estuvo trabajando durante tres largos años para así conseguir un viaje que no podía revelar a sus familiares tan por 250 pasajeros aproximadamente que permanecieron sentados en un reducido espacio durante todo el viaje sin la posibilidad de desplazarse con la excepción de cuando desalojaban el agua que entraba en la patera para impedir que ésta se hundiera; además de la comida, que consistía en unas míseras galletas secas y una ínfima cantidad de agua que había de durarle todo el día. La persistencia de dicho viaje fue de 9 días. Al arribar a la isla, Boubacar fue ingresado en un centro de menores, en el cual únicamente estuvo durante unas pocas semanas antes de que fuera expulsado del mismo; tras ello, halló a la fundación El Buen Samaritano, la cual le ofreció techo, comida y la posibilidad de estudiar.
Uno de los datos que ambos jóvenes revelaron y que nos sorprendieron mucho a todos los presentes, o por lo menos a las redactoras de este artículo, fue el hecho de que antes de viajar nunca fueron realmente conscientes de que se dirigían a Canarias, es decir, a una isla en concreto del archipiélago; ya que lo único prometido era que se trasladarían a Europa, donde se encontrarían conectados con el resto de países europeos, cual península, y en donde recibirían un trabajo nada más llegar a la zona; lo cual también era falso. Además de la información de que exclusivamente el 20% de las pateras llegan a tierra firme.
Actualmente, tanto Boubacar como Ablaye se encuentran en constante contacto con sus seres queridos, aquellos quienes viven en Gambia. Y Boubacar ya ha encontrado un empleo tras 3 años de papeleo que le permite recibir un sueldo, un empleo del cual se mostraba muy orgulloso.
En definitiva, ambas historias fueron completamente devastadoras y conmovedoras. Sin embargo, mediante esta charla hemos podido comprender mejor la situación real que sufren los inmigrantes y no aquellas que la prensa nos quiere vender como “verídicas”.
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