lunes, 5 de marzo de 2018

Futuro: antropófagos


Por María Jesús González Javier (1º Bachillerato-D)



Cuando hablamos acerca del futuro siempre existen dos grandes ideas: el futuro próspero y el apocalíptico. A raíz de esto, se sacan grandes subgéneros; pero considero que la idea que voy a exponer a continuación es un tanto neutral. En la actualidad vivimos con una tasa demográfica global muy alarmista, y llegará el momento en que el ser humano llegue a un tope en cuanto número de individuos por metro cuadrado, pero… ¿Y si apareciera un nuevo individuo depredador para el hombre?
Al existir una sobrepoblación de una especie sería algo normal que la naturaleza desarrollase un depredador para estos individuos, lo cual equilibraría el medio en el que reciden acabando con la población excesiva. El ser humano al ser un individuo tan complejo y racional, solo podría ser presa de otro ser con las mismas cualidades, pero con más complejidad física.
En un futuro con los experimentos genéticos que se están llevando a cabo, en cuanto se refiere a la selección se genes, los individuos que prosperen en estos procesos de selección genética desarrollarán una mutación, la cual consistirá en intolerancia a la comida normal, desarrollando una dieta basada en seres humanos. Esta nueva especie será la que acabe con la sobrepoblación de humanos, la cual la denominaremos Homo Antropophagos, es decir, Hombre caníbal.
Esta mutación constará de grandes cualidades físicas; adaptaciones biológicas que le permitan alimentarse de otros seres humanos, ya sea una dentadura más competente para poder desgarrar los tejidos musculares, o unos nuevos componentes químicos para la degradación de la carne humana en la digestión.
Partiendo de que su estructura genética será casi idéntica a la de los seres humanos, solo con algunas variantes que mejoran a los Antropófagos, los individuos a simple vista serán un humano más de la población. Ello probablemente dificultaría a los humanos localizarlos para poder erradicarlos, beneficiando a la nueva especie para poder subsistir.
Algo en lo que me gustaría hacer hincapié es que los Antropófagos tendrán una cualidad regenerativa que les hará inmunes a simples armas; es decir; tendrán células que les permita regenerar miembros a una velocidad increíblemente rápida, lo cual aumentará o disminuirá dependiendo de la alimentación del Antropófago. Su dieta será similar a la de los caimanes; es decir, con uno o dos humanos al mes les basta para sobrevivir; así se reduciría lentamente la sobrepoblación sin llegar a provocar la extinción del ser humano, llegando a un equilibrio entre presa y depredador.
Este nuevo individuo creará el caos entre miles de ciudadanos, debido a las muertes necesarias para alimentarse, y lo más probable es que el ser humano intente exterminar a esa nueva raza. Al ser seres inteligentes con un uso amplio del razonamiento, intentarán evitar que se les detecte, ejerciendo una vida normal de humanos con la variante de la búsqueda de nutrientes. Los Antropófagos tendrán las mismas cualidades sociales; con esto pretendo añadir que tendrán la misma capacidad de relacionarse con el entorno que les rodea sin ninguna dificultad y llegar a manifestar las mismas emociones que un ser humano normal, llegando a existir individuos híbridos.
Es verdad que a pesar de ser individuos tan semejantes sería complicado que naciera un individuo hibrido; puestos a decir, existiría la posibilidad de que nacieran dos tipos de híbridos:
  •           ·  Medios: estos individuos se alimentarán de carne humana y gozarán de gran parte de las cualidades de un Antropófago menos la agilidad y la fuerza. Si la madre portadora del nuevo individuo es humana, se verá forzada a comer carne humana o ser comida por su propio feto. En ambos casos sufrirá dolores muy intensos durante todo el embarazo.
  •            ·      Impuros: estos seres gozan de la agilidad y la fuerza de un antropófago, pero no constarán de las células CRR (Células de Rápida Regeneración); tampoco sentirán la necesidad de alimentarse de carne humana. Estos híbridos serán los más raros y los que tendrán un periodo de vida más corto, no llegarán a sobrepasar los 30 años y serán estériles. Si la madre portadora de este feto es una antropófaga y quiere que su hijo salga adelante, tendrá que alimentarse de comida humana durante el periodo del embarazo, sufriendo ella una anemia y más tarde, como consecuencia, tendría un 95% de posibilidades de morir en el parto.
  La existencia de los antropófagos desatará medidas de extermino y nuevas ideas al respecto de si sería correcto acabar con la nueva raza o llegar a un término medio con los nuevos individuos. El miedo se apoderará del ser humano los primeros años hasta que consiga una forma de convivir con la nueva raza, aunque de por medio habrá una guerra por la supervivencia. Los seres humanos buscarán la manera de acabar con los antropófagos, desarrollando nuevas armas o técnicas que les permita acabar con ellos, creando un nuevo puesto militar compuesto por hombres y mujeres que serán adiestrados tanto física como mentalmente para enfrentarse a los nuevos individuos. Los antropófagos, por otro lado, intentarán defenderse del constante ataque incluso llegar a vengarse por las muertes de sus seres queridos provocando una rivalidad insana entre ambas especies.
Saturno devorando a un hijo, Goya, 1819
La guerra que se desate entre ellas ayudará mucho a la reducción de la superpoblación; por consiguiente, habrá posibilidades de mantener los recursos naturales, pero abrirán un abismo de dolor por las pérdidas ocasionadas por ambas partes. Lo cual causará un desgaste emocional llevando una rivalidad que, si no se reduce, dificultará la convivencia y ni el paso del tiempo evitará que ambas especies consigan convivir en armonía con el medio.

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