jueves, 12 de noviembre de 2020

ENTREVISTAMOS A LA ESCRITORA ROSA HUERTAS

Rosa Huertas nació en Madrid el 24 de Julio de 1960. Se doctoró en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid además de licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia. Actualmente ejerce como profesora de Lengua y Literatura en el IES Gran Capitán de Madrid y en el Centro de Estudios Superiores Don Bosco de la Universidad Complutense. En su trayectoria profesional ha sido obsequiada con cinco premios de los que destacan el XIV Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil 2016 o el X Premio Alandar de Literatura Juvenil 2010.

Su obra está compuesta por los siguientes títulos: Mala Luna (2009), Tuerto, maldito y enamorado (2010), El blog de Cyrano (2012), La caja de los tesoros (2012), Los héroes son mentira (2013), Theotocópuli. Bajo la sombra del Greco (2014), Sombras de la Plaza Mayor (2015), Corazón de metal (2015), Mi primer libro sobre Cervantes (2015),Mi vecino Cervantes (2015), Todo es máscara (2016), La sonrisa de los peces de piedra (2017), Prisioneros de lo invisible (2017), ¿Qué sabes de Federico? (2018), Un balcón a la libertad (2018), El juramento de las tres jotas (2019), Mujeres de la cultura (2019), Mujeres que leían (2019), La hija del escritor (2020) y El verano del incendio (2020).

 

-         Hemos leído que empezó a escribir a los 12 años pero no publicó su primer libro hasta los 49 años. ¿A qué se debió? ¿No se atrevía o no tuvo oportunidad?

 

Sí, empecé a escribir más o menos a esa edad,  después de un verano especial. Me divertí tanto que no quería que se me olvidara. Luego seguí escribiendo diarios, cuadernos de viajes, relatos. Pero tardé mucho en empezar a publicar, me faltaba confianza en mí misma. Creía que lo que lo escribía no estaba bien y no iba a interesar a nadie. Me costó mucho dar el paso. Por fin me decidí a acabar una novela y enviarla a un premio. La novela no ganó pero quedó finalista y me la publicaron. Casi  no me lo podía creer.

 

-         ¿Cuál de sus dos profesiones le gusta más, profesora o escritora? ¿Por qué?

 

Mi vocación siempre fue la docencia. En mis novelas se nota que soy profe: siempre pretendo que, además de disfrutar del placer de la lectura, el lector aprenda algo.

Ahora me he jubilado y echo de menos las clases y a los alumnos. Tendré que acostumbrarme a ser solo escritora.

Por otra parte, escribir es una de las actividades más gratificantes que he realizado en mi vida: te transporta, te olvidas del mundo y el tiempo adquiere otra consistencia. Echo de menos esa sensación cuando no escribo.

 

-         ¿El hecho de escribir literatura infantil y juvenil tiene que ver con ser profesora de Lengua y Literatura de Secundaria?

 

Hay varios motivos. El primero es que la teoría me la sabía muy bien. Hice la tesis doctoral sobre Literatura juvenil y he impartido en la universidad la asignatura de Literatura Infantil. Eso ayuda. Pero, sobre todo, porque he pasado muchas horas al día rodeada de adolescentes. He dado clase durante 39 años, sois mis interlocutores más cercanos.

 

-         Como profesora,  ¿cómo motiva a su alumnado para que lea en una sociedad imbuida por las redes sociales y la tecnología?

 

Mayores y pequeños tenemos muchas más opciones de ocio que hace unos años y no es fácil resistirse a los atractivos del móvil, las redes sociales, los video juegos y las series en múltiples plataformas. No nos queda tiempo para aburrirnos y menos para leer.

Lo crucial, lo importante, es que alguna vez lleguemos al libro que nos descubra que la lectura es divertida; si lo encontramos, siempre podremos regresar a los libros. Aunque pasemos épocas de sequía lectora, sabremos que en cualquier momento van a estar ahí, esperándonos. Se trata, entonces, de acercar los libros a los alumnos y ayudarlos en esa búsqueda. Todos usamos nuestros métodos, la manera de acercar a los niños y jóvenes a ese tesoro que conocemos como “el placer de leer”. En mi caso, me gusta combinar la lectura y la escritura: leer y crear van de la mano.

-         De sus libros de literatura juvenil, ¿qué título nos recomendaría?

Depende de vuestra edad e intereses lectores. Tengo para todas las edades, es difícil elegir uno sin conoceros. Voy a quedarme con los dos últimos: si tenéis más de 13 años, La hija del escritor. Si sois de primero de ESO, El verano del incendio. Pero quiero pensar que cualquiera de mis novelas os gustará.

 

-         ¿A qué se debe el título Mujeres que leían de su novela (fuera del ámbito de la literatura infantil y juvenil) publicada en 2019?

 

Esta dedicada a mi madre y las mujeres de mi familia, todas tenían unas inquietudes, un talento que no pudieron desarrollar por ser mujeres. Mis tías abuelas, de quienes hablo en la novela, eran unas grandes lectoras e interpretaban obras de teatro para las gentes del campo en las noches de verano.

 

-         Tras publicar Mujeres que leían, ¿qué le gusta más: escribir literatura infantil y juvenil o novelas fuera de este ámbito?

 

En cada momento necesito escribir algo distinto. Cuando escribí Mujeres que leían era lo que me pedía el corazón. Es menos complicado para mí publicar en el ámbito juvenil, en adultos aún soy poco conocida. 

 

-         Este año se ha celebrado el centenario de la muerte de Galdós y usted acaba de publicar La hija del escritor, donde aparece mencionado. ¿Por qué lo eligió a él y no a otro?


En muchas de mis novelas hablo de escritores (Miguel Hernández, Lope de Vega, García Lorca). Galdós es uno de mis favoritos, leí muchas de sus obras y en ocasiones me han servido de inspiración para mis novelas. Galdós es el gran novelista español, junto con Cervantes. Es también la historia viva y novelada del siglo XIX y la conciencia de su tiempo. Un hombre lúcido, inteligente y con una mentalidad abierta que le hacía ver y plasmar los problemas de su tiempo. Y sus personajes femeninos son fantásticos, reflejan a la perfección la situación de las mujeres en la época y la necesidad de un cambio que repare tal injusticia. Ese cambio pasa por la educación


-         En su libro Mujeres de la cultura relata la vida de 10  precursoras del feminismo que contribuyeron al reconocimiento de los derechos de las mujeres en todos los ámbitos. ¿Cuál de estas mujeres le parece más interesante?

 

Todas lo son, y muchas más que no parecen en el libro. Hubo que elegir solo diez y nombres importantes se quedaron fuera. Merece la pena acercase a todas ellas y reivindicar su obra excepcional.


-         ¿Cómo está viviendo esta pandemia? ¿Le ha perjudicado mucho?

 

Está siendo muy complicado, como para todo el mundo. Me ha partido la vida: tuve que dejar de hacer encuentros con lectores y me costó mucho volver a escribir. Aún me cuesta. La situación me ha bloqueado, ¿qué escribir en medio de este desastre? La ficción ya no me sirve. Estos últimos meses me he dedicado cuidar de mi madre. Afortunadamente estamos bien.

 

-         ¿Cree que el mundo será mejor después de esta situación que está atravesando?

 

Al principio pensaba que sí, lo veía como algo necesario: la solidaridad, la unión ante la adversidad me parecían imprescindibles. Ahora ya no soy tan optimista aunque espero que, al menos, nos sirva para valorar lo que es realmente importante en la vida.

 

Estela López de la Paz, 2º Bachillerato

Noelia Pérez Estévez, 2º Bachillerato

 


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