sábado, 6 de febrero de 2021

CONCURSO COCA-COLA JÓVENES TALENTOS DE RELATO CORTO

 

Una visión propia sobre inmigración.

Con motivo de la participación de nuestro instituto en el “Concurso Coca-Cola Jóvenes Talentos de Relato Corto”, nuestro alumnado de 2º de la ESO ha elaborado un relato de 300 palabras donde han dado una visión “literaria” sobre el fenómeno de la inmigración. El texto de una de nuestras alumnas, Nayra Aleu Jorge, ha sido seleccionado de entre todas las propuestas para representar a nuestro centro en la Prueba escrita  que tendrá lugar el sábado 13 de marzo de 10:00 a 12:00 horas, en formato online, con la participación de distintos centros de Canarias. Te presentamos el relato que le ha valido a Nayra su inscripción en el concurso:

- ¡No! ¡Te odio! - dijo el chico con lágrimas en los ojos.

Emil iba en un barco y le gritaba a su padre que lo odiaba.

Minutos antes, su padre le dijo de ir a montar en barco. Finalmente, solo Emil montó en este. Su padre le dijo que ese barco lo llevaría a un lugar mejor.

Cuarenta y ocho horas después, el barco atracó en una isla.

Ballenas”, eso fue lo primero que leyó al llegar, un cartel en el que ponía la palabra “ballenas”.

Emil vagó por el puerto de la pequeña isla hasta encontrar el camino al pueblo. Al llegar sintió que todas las miradas estaban fijas en él. A Emil le pareció normal, ya que por lo visto todos en aquel lugar tenían el pelo grisáceo y ojos negros. Emil tenía el pelo azul oscuro, ojos grises y la piel muy blanca.

A medida que pasaban los días, Emil conocía a más gente. Pero lo único bueno de aquella isla eran las ballenas. Cada día iba a verlas. Se metía en el mar a jugar con ellas y les contaba lo diferente que era todo allí y cómo se sentía. Con ellas, se sentía libre y seguro. No tenía que fingir ser quien no era. Pero con el tiempo, se dio cuenta de que, para estar a gusto, tendría que afrontar sus miedos y ser él mismo.

Cuando ya llevaba varios meses siendo él mismo, la gente empezó a aceptarlo y tratarlo como un miembro más del pueblo. Emil terminó sintiéndose querido; y con ayuda de las ballenas, niños sin hogar fueron a esa isla para ser acogidos y recibir el hogar que necesitaban.

(Este texto está dedicado a todos aquellos niños que murieron en una patera y nunca llegaron a conocer a las ballenas.)

 

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