viernes, 19 de mayo de 2023

OPINIÓN


 ADIÓS A LAS MASCARILLAS

La reciente situación pandémica que hemos atravesado ha estado caracterizada por el uso de mascarillas. Si pensamos en esta etapa, nos vienen a la cabeza distintos escenarios, todos ellos con un factor común: las mascarillas. La pandemia trajo consigo consecuencias que hasta hace relativamente poco nos seguían afectando. Entre otras, se trata de las mascarillas en el transporte público.

El pasado martes 7 de febrero el Consejo de Ministros aprobó la eliminación del uso obligatorio de mascarillas en transporte público. Esta medida entró en vigor al día siguiente. Sin embargo, establecieron también que deben seguir usándose en centros sanitarios y farmacias. Por otra parte, la incidencia acumulada actualmente es de 50 casos por cada 100.000 habitantes. Se trata de las cifras más bajas que se han recogido desde que comenzó la pandemia, pero no significa que las personas se hayan dejado de contagiar. Aunque está claro que el problema está en disminución, no es raro ver que, aunque las medidas anteriormente mencionadas llevan vigentes más de 2 meses, muchos siguen llevando mascarilla, como medida de precaución. Es por eso que se ha introducido la creencia o dicho popular de que las mascarillas han llegado para quedarse. Muchos se siguen protegiendo, aunque no sea estrictamente necesario, por la inseguridad y sensación de desprotección que el COVID-19 generó en muchas personas. Algo similar ocurre con la vacuna de la gripe. Si bien es cierto que esta lleva décadas circulando, se sigue recomendando su uso a la población, para protegerse de variantes de la enfermedad. Del mismo modo, aunque la pandemia se encuentra en recesión, el gobierno sigue instando al uso de las mascarillas como medida de protección.

 Las mascarillas nos protegen también de otras enfermedades, no solo de las más graves, sino incluso de catarros comunes. Son muchos quienes afirman que mientras su uso era obligatorio sus alergias disminuyeron o que no tuvieron tos o malestar en los meses en los que se acostumbra a ello. Estas mismas personas dicen que tras haberse quitado las mascarillas en ambientes laborales y educativos, volvieron a sentir las mismas patologías que antes. Por tanto, las mascarillas no deben desaparecer del todo, sino pasar a ser un elemento recurrente de nuestro día a día.

 Paula Soriano Fernández, 1º Bac D

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