OPINIÓN

FIN DE LAS MASCARILLAS EN LOS TRANSPORTES PÚBLICOS

El COVID-19 es una enfermedad que nos ha marcado a todos en nuestras vidas, es decir, un antes y un después, con un cambio drástico teniendo que acostumbrarnos a una situación que no habíamos vivido nunca. Poco a poco esto fue evolucionando y mejorando hasta ir eliminando las mascarillas en muchos lugares, empezando por espacios abiertos hasta finalmente acabar por los transportes públicos, teniendo en cuenta que en el ámbito de sanidad va a ser prácticamente imposible eliminarlas. El 7 de febrero de 2023, el Gobierno de España anunció que las mascarillas ya no serían obligatorias en el transporte público a partir del día siguiente.

Una de las principales causas del uso de las mascarillas es la propagación del COVID-19, a parte de que las personas no cumplimos con las normas de seguridad establecidas, en las que entran guardar la distancia de seguridad y evitar el contacto físico, etc. Si pensamos y nos ponemos en el lugar de todas la personas que han perdido a sus familiares debido a esta enfermedad, nos daríamos cuenta de el cambio drástico que supuso el COVID-19 en nuestras vidas, no solo en ese ámbito sino también pensando en todo lo que nos ha afectado a nuestra vida social el estar tanto tiempo en cuarentena sin relacionarnos con personas que no fueran nuestros familiares más cercanos. Desde mi punto de vista, ya veía necesario la eliminación de las mascarillas en el transporte público aunque haya probabilidad de que nos infectemos, ya que tenemos el mismo riesgo en cualquier otro lugar donde es opcional el uso de la misma. En comparación de otros países, España es uno de los países que más tarde eliminó las mascarillas en el transporte público, no lo veo lógico, ya que hay muchos lugares donde tenemos mayor contacto con otras personas en los que la mascarilla empezó a ser opcional mucho antes. Pero a diferencia, estoy a favor de que las mascarillas sigan siendo obligatorias en el ámbito de sanidad ya que es muy importante para protegernos no sólo del COVID-19 si no de cualquier otro tipo de enfermedad. Sin embargo,  la mayor consecuencia que supuso el uso de ellas es la incomodidad de tener una mascarilla puesta para poder relacionarte con las personas, teniendo en cuenta también que esto nos supone bastante incomodidad.

La decisión de eliminar la obligación del uso en el transporte público es un tema complejo que implica equilibrar las preocupaciones de salud pública con el uso de mascarillas. Si bien algunas personas pueden encontrar incómodo o inconveniente el uso de máscaras, otras pueden sentirse más cómodas y protegidas con ellas. Para concluir, la decisión de eliminar la mascarilla en el transporte público debe basarse en recomendaciones de expertos. Es importante continuar controlando la situación y tomar medidas según sea necesario para garantizar la seguridad y el bienestar del público.

 

Daniela Álamo Díaz, 1º Bach D