viernes, 18 de marzo de 2022

DOCENCIA COMPARTIDA EN EL AULA


 

Docencia compartida en el aula para la mejora de la equidad educativa


Albano de Alonso Paz, director del IES San Benito

Este curso en el IES San Benito de La Laguna hemos generalizado en los primeros niveles de Secundaria la experiencia de las parejas pedagógicas en el aula (dos docentes a la vez trabajando con el alumnado), que ya se veía llevando a cabo de forma puntual en Canarias a través de la materia de Prácticas Comunicativas y Creativas de 2º de la ESO.

El pionero Programa esTELa de la Consejería de Educación del Gobierno autonómico, en el que participamos junto a los colegios adscritos de nuestro distrito, nos ha permitido lograr una necesaria dotación de recursos humanos para el fomento el trabajo colaborativo en clase, la disminución de las desigualdades y la personalización del proceso de aprendizaje, que es lo que representa, sobre todo, la atención de varios docentes de forma simultánea en un mismo grupo con ratios no elevadas.

Esta experiencia ha supuesto, de entrada, una mejoría significativa en el rendimiento escolar de las materias de Lengua y Matemáticas –que es donde se lleva a cabo la experiencia en nuestro centro– con respecto a cursos anteriores. Por ejemplo, el porcentaje de aprobados en Lengua durante la Primera Evaluación de 1º de la ESO ha crecido, con esta experiencia, un 13,5% con respecto al año pasado, mientras que en Matemáticas la tasa de éxito ha subido casi en cinco puntos.

La experiencia, en concreto, se desarrolla en diferentes sesiones de la semana de 1º y 2º de ESO, cursos clave para la detección de dificultades que, si no se solucionan, pueden agudizarse en el resto de la etapa. En esas horas, intervienen con el alumnado dos y, en ocasiones, hasta tres docentes a la vez en el aula, incluida la profesional especialista de necesidades educativas especiales; de esa manera se fomenta la detección precoz de carencias básicas, se fomenta la inclusión, se beneficia a la convivencia del grupo y se profundiza en la mejora de las destrezas instrumentales de las competencias lingüística y matemática, claves para la culminación del éxito escolar en nuestros jóvenes.

En la docencia compartida, el profesorado adquiere diferentes roles en el aula, lo que fomenta también la coordinación entre ellos y el trabajo en equipo. A su vez, esta estrategia metodológica incrementa las posibilidades de aprendizaje entre iguales en el desarrollo de la clase, tal y como ocurre con los propios docentes, lo que resulta fundamental para fomentar el trabajo cooperativo. No olvidemos que esta última es una de las estrategias pedagógicas con mayor impacto en la mejora del rendimiento académico, según multitud de estudios científicos.

Las acciones que llevan a cabo las parejas pedagógicas en el aula son diversas, aunque, en general, parten de la distribución de funciones, el trabajo individualizado con aquellos estudiantes que presentan dificultades mientras el otro profesional explica al gran grupo, la observación pormenorizada de determinadas dificultades que arrastran desde años anteriores y el enriquecimiento para aquel alumnado que puede ir más avanzado.

Al estar dentro de un programa de mejora del rendimiento en el distrito escolar y de coordinación entre etapas, la experiencia del incremento del número de docentes que trabajan en un aula se comparte con los equipos pedagógicos de los colegios de Primaria de manera periódica a través de distintos encuentros, foros y reuniones. Ello propicia un clima de colaboración e intercambio también extendido a nuestros planes formativos, todo ello fundamental para incidir en ese tránsito tan complejo que supone el cambio de centro y la entrada al instituto, cuando el alumnado aún tiene solo once o doce años de edad.

Las discusiones sobre metodologías, la puesta en común de actividades en torno a ejes transversales y la creación de acuerdos de trabajo en herramientas e instrumentos de evaluación, suponen un enorme beneficio en los estudiantes y una mayor tranquilidad en las familias: estas observan que existe diálogo y cooperación entre los centros de un mismo distrito y sus profesionales, que además son capaces de establecer una línea común de trabajo, uno de los grandes retos cuando se configuran mapas escolares.


En el día a día de los centros educativos el tiempo siempre escasea y la diversidad y complejidad de los diferentes grupos a veces desborda la labor de los tutores. Por ello, la posibilidad de que dos profesores trabajen a la vez en el aula supone un alivio y una evidente mejora para esa labor de coordinación de los equipos educativos, que también observan un modelo de trabajo con evidencias de éxito, ejemplo que sería oportuno extender a cursos superiores si la administración educativa apuesta de forma definitiva por el incremento en la dotación de las plantillas docentes de los centros educativos. Todo ello supondría, en definitiva, un distintivo de calidad para la escuela pública canaria que, con programas como estos, puede apostar de manera contundente por la erradicación de brechas, la equidad y la creación de una sociedad más y mejor formada para este tiempo tan complejo que nos ha tocado vivir.

Desde aquí, y en nombre de toda la comunidad educativa, quiero agradecer a Salomé Tejera y a Guillermo González, nuestros dos docentes que impulsan esta iniciativa, así como a todas sus parejas pedagógicas en el aula: sin ellos, no sería posible.

(Artículo publicado en el periódico “El Día”, con fecha de 18-03-2022)

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