Por
María Jesús González Javier (1º Bachillerato-D)
Cuando hablamos acerca del futuro siempre existen dos
grandes ideas: el futuro próspero y el apocalíptico. A raíz de esto, se sacan
grandes subgéneros; pero considero que la idea que voy a exponer a continuación
es un tanto neutral. En la actualidad vivimos con una tasa demográfica global
muy alarmista, y llegará el momento en que el ser humano llegue a un tope en
cuanto número de individuos por metro cuadrado, pero… ¿Y si apareciera un nuevo
individuo depredador para el hombre?
Al existir una sobrepoblación de una especie sería
algo normal que la naturaleza desarrollase un depredador para estos individuos,
lo cual equilibraría el medio en el que reciden acabando con la población
excesiva. El ser humano al ser un individuo tan complejo y racional, solo
podría ser presa de otro ser con las mismas cualidades, pero con más
complejidad física.
En un futuro con los experimentos genéticos que se
están llevando a cabo, en cuanto se refiere a la selección se genes, los
individuos que prosperen en estos procesos de selección genética desarrollarán
una mutación, la cual consistirá en intolerancia a la comida normal,
desarrollando una dieta basada en seres humanos. Esta nueva especie será la que
acabe con la sobrepoblación de humanos, la cual la denominaremos Homo
Antropophagos, es decir, Hombre caníbal.
Esta mutación constará de grandes cualidades físicas;
adaptaciones biológicas que le permitan alimentarse de otros seres humanos, ya
sea una dentadura más competente para poder desgarrar los tejidos musculares, o
unos nuevos componentes químicos para la degradación de la carne humana en la
digestión.
Partiendo de que su estructura genética será casi
idéntica a la de los seres humanos, solo con algunas variantes que mejoran a
los Antropófagos, los individuos a simple vista serán un humano más de la
población. Ello probablemente dificultaría a los humanos localizarlos para poder
erradicarlos, beneficiando a la nueva especie para poder subsistir.
Algo en lo que me gustaría hacer hincapié es que los
Antropófagos tendrán una cualidad regenerativa que les hará inmunes a simples
armas; es decir; tendrán células que les permita regenerar miembros a una
velocidad increíblemente rápida, lo cual aumentará o disminuirá dependiendo de la
alimentación del Antropófago. Su dieta será similar a la de los caimanes; es
decir, con uno o dos humanos al mes les basta para sobrevivir; así se reduciría
lentamente la sobrepoblación sin llegar a provocar la extinción del ser humano,
llegando a un equilibrio entre presa y depredador.
Este nuevo individuo creará el caos entre miles de
ciudadanos, debido a las muertes necesarias para alimentarse, y lo más probable
es que el ser humano intente exterminar a esa nueva raza. Al ser seres
inteligentes con un uso amplio del razonamiento, intentarán evitar que se les
detecte, ejerciendo una vida normal de humanos con la variante de la búsqueda
de nutrientes. Los Antropófagos tendrán las mismas cualidades sociales; con
esto pretendo añadir que tendrán la misma capacidad de relacionarse con el
entorno que les rodea sin ninguna dificultad y llegar a manifestar las mismas
emociones que un ser humano normal, llegando a existir individuos híbridos.
Es verdad que a pesar de ser individuos tan semejantes
sería complicado que naciera un individuo hibrido; puestos a decir, existiría la
posibilidad de que nacieran dos tipos de híbridos:
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· Medios: estos individuos se alimentarán de
carne humana y gozarán de gran parte de las cualidades de un Antropófago menos la
agilidad y la fuerza. Si la madre portadora del nuevo individuo es humana, se
verá forzada a comer carne humana o ser comida por su propio feto. En ambos
casos sufrirá dolores muy intensos durante todo el embarazo.
-
· Impuros: estos seres gozan de la agilidad
y la fuerza de un antropófago, pero no constarán de las células CRR (Células de
Rápida Regeneración); tampoco sentirán la necesidad de alimentarse de carne
humana. Estos híbridos serán los más raros y los que tendrán un periodo de vida
más corto, no llegarán a sobrepasar los 30 años y serán estériles. Si la madre
portadora de este feto es una antropófaga y quiere que su hijo salga adelante, tendrá
que alimentarse de comida humana durante el periodo del embarazo, sufriendo
ella una anemia y más tarde, como consecuencia, tendría un 95% de posibilidades
de morir en el parto.
La existencia de los antropófagos desatará medidas de
extermino y nuevas ideas al respecto de si sería correcto acabar con la nueva
raza o llegar a un término medio con los nuevos individuos. El miedo se
apoderará del ser humano los primeros años hasta que consiga una forma de
convivir con la nueva raza, aunque de por medio habrá una guerra por la
supervivencia. Los seres humanos buscarán la manera de acabar con los
antropófagos, desarrollando nuevas armas o técnicas que les permita acabar con
ellos, creando un nuevo puesto militar compuesto por hombres y mujeres que
serán adiestrados tanto física como mentalmente para enfrentarse a los nuevos
individuos. Los antropófagos, por otro lado, intentarán defenderse del constante
ataque incluso llegar a vengarse por las muertes de sus seres queridos
provocando una rivalidad insana entre ambas especies.
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Saturno devorando a un hijo, Goya, 1819 |
La guerra que se desate entre ellas ayudará
mucho a la reducción de la superpoblación; por consiguiente, habrá
posibilidades de mantener los recursos naturales, pero abrirán un abismo de
dolor por las pérdidas ocasionadas por ambas partes. Lo cual causará un
desgaste emocional llevando una rivalidad que, si no se reduce, dificultará la
convivencia y ni el paso del tiempo evitará que ambas especies consigan convivir
en armonía con el medio.