Entre los retos propuestos encontramos el deber de ir al puerto pesquero y hacerse una foto dónde aparezcan los componentes del grupo junto a una de las barcas de pesca allí atracadas, esta actividad para algunos alumnos fue la más tediosa debido a la distancia a recorrer hasta llegar.
Otra actividad destacable fue una recogida de 10 colillas en la zona que comprende la costa desde la piscina del complejo hotelero Altagay hasta la Furnia; esto además de servir al alumnado como un reto más, sirve para aportar nuestro granito de arena a la limpieza del litoral de la Punta.
También había una conocida como la actividad de “El Bichillo”, la cual consistía en subir la calle paralela a la subida al Camping Nauta para encontrar el cartel de la calle “El Bichillo” y anotar su nombre completo. “Calle Isidoro Alonso Melián “El Bichillo”.
Ahora nos encontramos con una pregunta, la respuesta a esta estaba en un cartel informativo frente al restaurante “Columbus Playa”, el alumnado en ese cartel buscó la especie nº19, y la encontró, “Abanico pavo real (Padina pavonica)”.
Incluso el alumnado se ha dirigido al lado contrario, hacía la caseta de avistamiento de aves, situada a pocos metros de la entrada a la zona de tierra que lleva a San Juanito; ahí han indagado sobre cuál es el ave migratoria más grande avistada por la zona, y sí, lo han vuelto a encontrar, pues ésta se trata de la Espátula Europea (Platalea leucorodia).
No debemos olvidar la actividad física, por supuesto, ya que una de las actividades que efectuamos fue la práctica de ejercicios físicos con el material de gimnasio público disponible en la Punta del Hidalgo; en dicha propuesta, la finalidad era grabar un vídeo completo en el que cada integrante realizara un ejercicio por un periodo de 10 segundos de duración.
Otro reto que el profesorado nos designó se trató de la creación, entre todos los componentes del grupo menos uno (quien se encargaba de tomar fotos que posteriormente se mostrarían al profesor), de una figura geométrica correctamente realizada y clara de identificar. El lugar en el que esta actividad se practicaba era la zona de skate, en donde contábamos con un amplio espacio para poder encontrarnos cómodos mientras ejecutábamos la figura -que en su mayoría fue el heptágono-.
Por otro lado, otro desafío impuesto para los alumnos era la elaboración de una simple coreografía de 10 segundos con las vistas de la piscina natural de fondo; en dicho vídeo, todos los participantes del grupo debían aparecer realizando los mismos gestos que su compañero. Una forma divertida e ingeniosa de desinhibirse con nuestros compañeros a través de la música.
Una vez finalizadas todas las actividades propuestas, llega la hora del descanso, el alumnado ha tomado una pequeña media mañana, y debido a que el tiempo nos acompañaba, el alumnado tuvo la oportunidad de darse un chapuzón en la piscina natural de Punta del Hidalgo, en definitiva el alumnado ha sacado muchas cosas de provecho, como por ejemplo la importancia de cuidar el medio ambiente, el gran espacio tan importante para las especies marinas y aves que hacen “escala” en nuestra querida Punta del Hidalgo, incluso han aprendido a disfrutar de un rato de diversión en equipo conociendo a nuevos compañeros, y a la vez corriendo por sus venas la sangre de la competición.
ENTREVISTA A IMELDO BARRETO LEÓN:
Además de todos
los retos y actividades en las que nos entretuvimos gran parte del día, debemos
destacar la presencia de una persona que sobrevivió una de las experiencias
traumáticas más devastadoras: Imeldo Barreto León.
El 30 de diciembre
de 1975, la tripulación del Berge Istra, un barco de la compañía noruega de
mercancías que se encontraba en ruta desde Tubarão (Brasil) hacia Japón, sufrió
el hundimiento de la nave en el océano Pacífico. Dicha tripulación se hallaba
conformada por 30 hombres, entre los cuales 10 eran canarios, pero únicamente
dos fueron capaces de encaramarse a una balsa salvavidas y aferrar su vida a
ella misma: Epifanio Perdomo López, procedente de Taganana, e Imeldo Barreto
León, procedente de la Punta del Hidalgo. Tras el estallido y hundimiento del
Berge Istra, ambos hombres quedaron atrapados en aquella balsa durante un
periodo de 20 días, días interminables y terroríficos en los que, a pesar de
inicialmente contar con ciertas provisiones, el hambre asolaba sin descanso
alguno; tanto así que en varias ocasiones se vieron en la necesidad de cazar
alimento en el mar, y chupar los ojos y órganos de esta pescas para poder sobrevivir
y extraer líquido de ellas.
La desesperanza
aumentaba a cada momento que continuaban en alta mar, exclusivamente con la
compañía del otro, hasta tal punto que uno de ellos trató de suicidarse, lo
cual su compañero evitó, instantes antes de ser encontrados y rescatados por un
pescador japonés que por la zona frecuentaba.
Se han realizado diversos reportajes e inclusive un documental de una hora de duración en el que se relata con profundidad este suceso, no obstante, nuestro curso ha tenido la posibilidad de poder conocer en persona a Imeldo Barreto León y entrevistarlo para así conocer acerca de esta traumática experiencia que vivió hace casi 47 años:
¿Cómo se resguardaban del frío y las bajas
temperaturas?
Recolectábamos todo tipo de objetos que encontrábamos en el mar, entre ellos un plástico perteneciente a la vela de un barco con la cual nos abrigábamos al anochecer.
¿Durante los días que pasaron en la balsa no avistaron
ningún navío?
En dos ocasiones distintas nos encontramos con un barco pero no nos avistó porque era de noche y las bengalas estaban mojadas.
¿Qué bebían y comían mientras estaban en alta mar?
Desde un principio, teníamos una serie de provisiones (unos litros de agua y comida) pero a medida que pasaba el tiempo estos suministros terminaron por agotarse, por lo que empezamos a pescar peces de los cuales chupábamos los ojos y órganos para extraer líquido, e hidratarnos y alimentarnos a la misma vez, incluso si dicha sensación fuera repugnante y nos desagradara.
¿En algún momento pensó en quitarse la vida?
Por un momento estuve dispuesto a rendirme y tirarme una mañana al agua para hundirme pero, gracias a la insistencia de mi compañero, finalmente Epifanio consiguió que me quedara en la balsa; una hora después de este intento, fuimos rescatados.
¿Cómo fue la vuelta a la Punta del Hidalgo tras lo
sucedido?
Familiares y amigos nos estaban esperando en las entradas del aeropuerto junto con una gran multitud, la mayor que haya visto. Al día siguiente, nos hicieron un recorrido por el pueblo tocando los tambores y las cornetas en nuestro honor.
¿Después de esto ha podido volver a navegar?
Continué con la pesca, sin miedo al mar, tras aquello pero desde lo ocurrido le tengo mucho más respeto al mar.
Esta entrevista ha
sido realizada a partir del testimonio de Imeldo Barreto, en el documental de
Víctor Calero “Los náufragos del Berge Istra”.
En este vídeo se puede ver toda la actividad:
Martina Machín
Fernández,
Paula Wasaldúa
Pérez y
Ayoze Pérez Felipe
1º Bach D-C