La mascarilla dejará de ser obligatoria en interiores el 20 de abril. Pero, seguirá usándose en determinados ámbitos como el transporte público, los hospitales, los centros de salud o las residencias de ancianos.
Significa más
comodidad, pero todavía tendremos que acostumbrarnos después de dos años
usándolas. Es un cambio.
En cuanto a las ventas en grandes superficies no se espera que este nuevo punto de desescalada con la pandemia vaya a influir en la cantidad de compradores, ya que consideran que, al principio, es posible que muchas personas puedan llegar a tener la sensación de indefensión al estar rodeado de muchas personas sin mascarilla en un espacio interior.
Se recomienda "un uso responsable" en caso de aglomeraciones de personas o encuentros con personas que puedan ser vulnerables.
Si hay un posible riesgo de infección en los centros escolares, será bueno el uso de mascarilla para prevenir posibles contagios.
Quitando las
mascarillas en interiores, estaremos más expuestos al virus, estaremos en
contacto directo con posibles positivos, sin ningún tipo de restricción. Habrá
que tener cuidado con las personas a nuestro alrededor que sean vulnerables.
Pero, es un paso más hacía la normalidad.
Aylín
Muñoz, 1º Bachillerato E
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